Los ETPs apalancados a corto plazo (A&C) aparecieron en el mercado hace 15 años y desde entonces su popularidad sique creciendo. Los AUM (Activos Bajo Gestión) por debajo de 100 millones en el 2005, representan aproximadamente 80 mil millones de dólares estadounidenses a finales del 2019. Según lo mencionado en el artículo previo, es obvio por qué se han ganado la aprobación de los inversores en todo el mundo.
La principal ventaja de los ETPs A&C es su variedad. Existen ETPs que apuntan divisas, mercancías, deudas y alternativas.
No obstante, el capital sigue siendo “la joya de la corona” ya que aproximadamente un 85 % de las inversiones están orientadas a índices de acciones y a valores de referencia de fondos propios
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Por lo tanto los inversores más experimentados supieron usar estos métodos de negociación táctica para complementar sus estrategias tradicionales de “comprar y mantener”.
Estructura de ETPs apalancados
Hasta ahora un atributo desalentador de los ETPs apalancados, era la forma de su replicación. Hasta hace poco las compañías que ofrecían estos productos (incluso ETFs apalancados) conseguían el nivel de apalancamiento necesario a través de replicación sintética. Esto significa que el ETP no está respaldado por el activo subyacente y en vez de eso la compañía celebra el acuerdo de rendimiento total o de futuros con contraparte. A veces sólo un 10 % de los fondos se invierten en valores que se rastrean. Aunque es respaldado por garantías, este tipo de replicación todavía expone al inversor de ETP a riesgos adicionales porque en este caso él está expuesto tanto al riesgo del mercado, como al riesgo de la contrapartida.